¿Quién dijo invisibles? 

CARIBEÑAS

La violencia hacia las mujeres y la comunidad trans es enfermiza. El pasado 2 de enero Lina Marcela Beltrán Blanquicet, de 30 años, se convirtió en la primera víctima de feminicidio en Córdoba, tras ser asesinada mientras dormía en su casa de la vereda El Manguito en zona rural de Montería.

Los niveles de odio son tan altos que las mujeres no se sienten seguras en ninguna parte. Solo se sienten a salvo cuando están juntas. Por eso, desde 2108 existen espacios en Montería que educan en el feminismo a través del arte, la incidencia política y la resistencia.

Encabezados por el colectivo Caribeñxs, estos espacios nacieron con la necesidad de darles seguridad a las mujeres género diversas de la ciudad y la región. Seis mujeres se juntaron con el propósito de eliminar de una vez y para siempre el rechazo y violencia que han sufrido dentro de su comunidad. 

Nelly, Tatiana, María José, encabezan un grupo de mujeres que se caracteriza por la empatía, la educación, el respeto y el amor. 

Desde su creación hacen una incidencia real dentro de su comunidad. Trabajan con las familias en la sensibilización y aceptación de la diversidad. 

“Con la madres trabajamos en temas de diversidad. Analizamos como se asume un embarazo adolescente, como se toma cuando un hijo es gay o una hija lesbiana. Nos basamos en eso para la erradicación de la violencia intrafamiliar”, dice María José. A eso lo llaman el “ Catecismo Feminista Fundemantelismos”. 

Realizan campañas para detectar y eliminar los mensajes de odio hacia las mujeres y comunidad trans. “Usamos un mensaje de odio para encontrar a las personas que se sienten identificadas con la comunicación ofensiva y a quienes hayan vivido este tipo de violencia”, añade María José.

A su vez, son creadoras de contenido audiovisual por medio de sus celulares, dictan talleres de creación de personajes y de escritura creativa, todo desde la inclusión y no violencia.

Caribeñxs es hoy una colectividad donde mujeres y comunidad trans pueden estar tranquilas, donde no hay tendencias machistas, donde no hay abuso, donde se expresan libremente con el fin de generar acciones que les permita avanzar en la defensa de sus derechos. 

A través de talleres, actividades artísticas y acompañamiento en casa, muestran el amor en todas sus formas. No se callan ante las injusticias y se mueven por una sociedad más tolerante, diversa y en paz

Hoy en día son cada vez son más las mujeres que se unen a ellas, ahora son más las identificadas con la causa y menos las que se sienten invisibles.